El trastorno narcisista de la personalidad
Tal vez al oír la palabra narcisista te venga a la cabeza un amigo/a, un familiar, la pareja de alguien cercano, a lo mejor lo tienes demasiado cerca y notas que mina tu autoestima cuando pasas tiempo con esa persona: puede ser tu jefe/a, tu compañero-a de trabajo, tu pareja… pero la vida al lado de un narcisista siempre se acaba tornando insoportable, porque su ego desmedido y demandante de atención le impide ver y respetar a las personas que tiene a su lado.
Ellos/as siempre hacen más que sus parejas, tienen más razón, más ideas, más capacidades y son mejores en todo. Pero eso no es lo que les convierte en peligrosos, lo realmente grave es que acostumbran a referirse a los demás con desprecio para que su superioridad quede acreditada porque detrás del narcisismo, suele esconderse un complejo de inferioridad reprimido que necesita crecerse desacreditando a otros.
Vamos a empezar por dar una pincelada de cuáles son los principales rasgos de una personalidad narcisista. Si la persona en la que estás pensando cumple más de la mitad de estos rasgos, te aconsejamos que te leas el artículo entero.
Las personas con este trastorno pueden:
• Tener un sentido de privilegio y necesitar una admiración excesiva y constante
• Esperar que se reconozca su superioridad, incluso sin logros que la justifiquen
• Exagerar los logros y los talentos
• Estar preocupadas por fantasías acerca del éxito, el poder, la brillantez, la belleza o la pareja perfecta
• Creer que son superiores y que solo pueden vincularse con personas especiales como ellas
• Monopolizar las conversaciones y despreciar o mirar con desdén a personas que ellos perciben como inferiores
• Esperar favores especiales y una conformidad incuestionable con sus expectativas
• Sacar ventaja de los demás para lograr lo que desean
• Tener incapacidad o falta de voluntad para reconocer las necesidades y los sentimientos de los demás
• Envidiar a los otros y creer que los otros los envidian a ellos
• Comportarse de manera arrogante o altanera, dando la impresión de engreídos, jactanciosos y pretenciosos
• Insistir en tener lo mejor de todo; por ejemplo, el mejor coche o vivir en la zona más de moda.
¿Cómo tratar con un narcisista?
Resulta difícil que un narcisista pase por una consulta de psicología, incluso aunque tenga relaciones patológicas y momentos de depresión. En primer lugar, porque, ¿Dónde iban a encontrar un facultativo a su nivel? a ellos/as les encanta el re-nombre, presumir de acudir al mejor médico/a o cirujano u hospital. Y siempre dirán que han conseguido esa cita pese a lo difícil que era porque conocen a alguien o porque son especiales de alguna forma.
Pero quien realmente pagará el pato será la persona o personas que estén a su alrededor porque hasta que un/a narcisista no aprenda a desarrollar la inteligencia emocional, regular sus sentimientos, reconocer sus cualidades y capacidades en su justa medida y aceptar las críticas, desarrollando una autoestima sana basada en objetivos realistas, tenderán a ser muy tóxicos con las personas que los acompañan.
Un narcisista acostumbra a tratar de manera humillante (a veces ostentosamente y otras de forma camuflada y sibilina) a los que le acompañan y dan soporte (normalmente la pareja es una de sus víctimas predilectas), lo hacen porque es su manera de destacar. No pueden establecer relaciones de igualdad, siempre tienen que estar por encima de los demás, salvo de aquellos a los que ellos consideran exitosos, a los que adularán y querrán pertenecer a su núcleo, no tanto por la búsqueda de establecer vínculos saludables, como por darse importancia.
Los aduladores
Su complejo de superioridad necesita de aduladores para mantenerse. No son nadie sin la atención de los demás.
Los narcisistas son arrogantes y prepotentes, y no lo son por casualidad. Se creen únicos y especiales, más valiosos que el resto de personas. Este concepto grandioso de su personalidad y de su vida les lleva a pensar que no se pueden relacionar con cualquiera, que deben rodearse de personas de su categoría o por el contrario de aduladores de su increíble belleza/capacidad/habilidades, en el fondo la mayoría de las personas significan muy poco para ellos porque tienen un concepto materialista de la relaciones.
Narciso oculta en lo más profundo un complejo de inferioridad y una carencia de afecto
Curiosamente, sí son conscientes de sus defectos, y algunos incluso saben que exageran sus capacidades muy por encima de la realidad. Por eso necesitan ser admirados constantemente, y para ellos expondrán que los demás no están a su altura, y se fijarán en lo negativo de las personas a su alrededor para destacar por comparación.
También piensan que sus experiencias tienen más valor que las de los demás, y sienten que deben constituir el ejemplo para aquellos que los rodean. No lo hacen por dar consejos sino para ser el centro del discurso. Eso provoca que sus relaciones sociales se deterioren y necesiten nuevos contactos que les admiren, los narcisistas siempre están cambiando sus relaciones porque no son capaces de establecer vínculos profundos y verdaderos. Se mueven por el interés, y necesitan ser admirados.
La mentira o la fabulación es uno de los andamios de la personalidad narcisista
La avidez de admiración los lleva a creer que todo en su vida es excepcional, no existen hechos normales, su existencia es maravillosa, está plagada de triunfos y notoriedad, y tienden a fabular o hacer ‘castillos en el aire’ cuando la realidad no se corresponde con la importancia que se dan.
Normalmente siempre se creen víctimas de la envidia de los demás, si bien ellos suelen ser los envidiosos, a veces de cosas que parecen simples pero que ellos nunca podrán tener como ‘una amistad verdadera’, una persona que vive con sencillez o de cualquier logro que tenga a otro por protagonista.
Son los peores amigos que uno pueda tener porque su falta de receptividad los hace incapaces de ayudar a los demás. Pero aún son peores como parejas porque tienden a minar la autoestima de la persona que tienen al lado, y ¡atención! Cuanto más tiempo pases al lado de un narcisista, más difícil será luego recuperar tu poder personal, tu alegría y tu amor propio. A menudo, después de años de convivencia con una persona narcisista, sus parejas sienten que se han quedado anulados y que les cuesta reconocerse así mismos y sentirse valiosos. Han interiorizado el discurso de qué sus logros son mínimos al lado del narcisista cuya frase favorita es: ‘si no fuera por mi…’, seguido de una exaltación de sus logros y habilidades y una reveladora minusvaloración de los logros de la pareja o acompañante.
El éxito ilimitado, esa fantasía sobre la que cabalgan
Formarse una realidad paralela también es uno de los rasgos identificativos de los narcisistas. Sus conceptos erróneos sobre sus capacidades los introducen en un mundo de fantasías y de poder sobre los demás. Las personas narcisistas solo pueden alcanzar el objetivo con una imaginación desbordada. Suelen mentir. Un clásico es que te hablen de cosas lejanas que nunca podrás comprobar, pero cuanto más se engañan a sí mismos, más se lo creen. Por supuesto, no les hagas caso si te echan la culpa, en la vida del narcisista el fracaso siempre pertenece al mundo exterior.
Si se hacen contigo serás su marioneta
Si mirásemos los contactos de la agenda de un narcisista, veríamos que el criterio para clasificarlos distingue a quienes les pueden servir de los que no. Los narcisistas suelen aprovecharse de los demás. Lo hacen, por ejemplo, con personas bien posicionadas para ganarse su confianza. Es por eso que el mundo de la política, por ejemplo, está plagado de personalidades narcisistas, aunque no sólo, cualquiera puede responder a este patrón, pero el poder es adictivo para este tipo de personalidades ya que no son capaces de tener relaciones de igualdad, entienden las relaciones como lograr favores o estar por encima de….
Y es que los narcisistas dominan el sutil arte de llevar a su terreno tanto a las personas como las situaciones, impidiendo el libre fluir de los acontecimientos. Siempre están al acecho, prestos a reconducir a quienes intenten decir o hacer algo que no les guste, o que no les permita manifestar su grandiosidad y poder frente a los demás.
Un narcisista nunca se identifica como tal
Si tras leer todas estas características piensas que puedes ser uno de ellos, es probable que no lo seas porque un auténtico narcisista nunca se identificará con estos rasgos. Para la persona narcisista, las aspiraciones nunca son desmedidas. Si son el centro de atención, es porque lo merecen.
Si embargo, si sospechas que alguien cercano tiene estos rasgos, cuídate porque tu debilidad será su alimento y no dudará en minusvalorarte para alimentarse de tu sentimiento de inferioridad. Y cuando quieras darte cuenta, sentirás que no vales lo suficiente, que no puedes desenvolverte, que eres torpe sin él/ella.
Próxima entrega ¿Cómo empoderarse para romper la relación con una persona narcisista? Y ¿Cómo volver a recuperar la autoestima después de años de convivencia con un/a narcisista?
@elenasinelena
Contacto: elena@lalunademadrid.es
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