Tratamientos de fertilidad: Cuando ser madre/padre se convierte en una odisea


No fue fácil aunque siempre encuentras para alguien que fue peor.

No fue rápido aunque el tiempo siempre es una cuestión irrelevante cuando al final se logra el propósito.

No fue divertido porque no tienes asegurado el resultado y entonces el proceso va a acompañado siempre de miedo y sensaciones muy agobiantes.

Pero sobretodo no estuvo exento de tristeza y desesperación en algunos momentos. Nadie te prepara para ello. Ni siquiera te dicen que la tasa de abortos involuntarios en el primer trimestre es del 30% antes de los 40, y que después va subiendo exponencialmente según la edad. Así que cuando empiezan los sangrados, y los dolores y finalmente, se produce la pérdida, y todas las expectativas que habías puesto en tu maternidad se desvanecen, lo que aparece es un enorme sentimiento de vacío.

 

Vacío…si, esa es la palabra…. O esa fue la palabra para mi, tal vez, cada mujer tenga su propia forma de definir que es lo que se siente. Es como si te perdieras una parte de ti. Y el mundo sigue girando sobre su órbita, como si nada hubiera pasado. Pero no es verdad. Algo ha ocurrido. Aunque parezca que solo importa para ti. Es de suponer que para los hombres que están viviendo este proceso con sus parejas, la tristeza por la ruptura de las expectativas, también suponga un devenir emocional que gestionar, lo que pasa es que, en el caso de las mujeres, esa sensación es también física. Se siente como un enorme agujero en el vientre, un nudo en la garganta y una tristeza honda y profunda en el corazón. Es posible que nadie más lo conociera, pero tú si, y lo has sentido, y de alguna manera ya te has comunicado con él/ella.

En el Hospital, tienes suerte si te atiende una enfermero/a o medico/a agradable y al menos te lo dice con suavidad. Para mi, no fue así en ninguna de las ocasiones. Desde algún comentario, desagradable y frío para decirte que ese embarazo no sigue en marcha, mientras te mueres de dolor (físico y psicológico) en mi primera pérdida o un antipático: ‘ay, parece que se lo ha parado el corazoncito’ mientras tienes aún la cámara ecográfica dentro de ti y sin darte siquiera tiempo de sentarte, pasando por alguna pregunta fuera de lugar sobre los cuidados que has tenido. Reconozcámoslo, la medicina tiene aún pendiente la asignatura de la ‘empatía’. No es que un médico/a que está viendo y atendiendo cientos de abortos a lo largo del año en su consulta ginecológica, tenga que llorar por ti. Pero si hablarte con la suavidad que merece ese momento tan personal, tan triste, tan profundo,…. No somos sólo un cuerpo, parece claro que hay un alma habitándolo y si no crees en la existencia del alma, al menos no podrás negar la existencia de las emociones y su enorme influencia en tu vida y en tu salud.

 

Si además después de varios abortos, o simplemente porque no te consigues quedar, has tenido que acudir al final a un tratamiento de fertilidad, sabrás que mientras estás llevándolo a cabo, no piensas en otra cosa ¿saldrá bien? ¿no? ¿será está la definitiva? Y luego llega el día, el día X en el que te dicen un ‘Si…o un…no….estás embarazada’. Y según te estas alegrando por el notición, ya asoma el miedo a una nueva pérdida.

No es fácil el tema de la fertilidad, no es fácil superar una pérdida de un embarazo, no es fácil resistir la presión de querer ser madre y que te venga el período cada mes. Pero sobretodo no es fácil que no se atiendan tus necesidades emocionales en un momento tan delicado, lo ideal sería que todos los tratamientos de fertilidad fueran acompañados de un seguimiento de tu bienestar emocional.

– ‘¿Cómo estás? ¿Cómo te sientes?- deberían ser las preguntas que escucháramos por defecto nada más entrar en una consulta. No podemos separar lo que sentimos del proceso que estamos viviendo.

Con seguridad, esto ocurre enfrentando otros aspectos de la salud, pero éste que nos toca afecta a suficientes mujeres como para que revindiquemos que se le dé la consideración suficiente.

De momento, te invitamos a la conferencia: ‘No consigo ser padre/madre’  que tendremos el sábado 23 a las 12:00 horas donde abordaremos la parte emocional, tanto en los tratamientos de fertilidad, como en las perdidas de embarazo.

Y os adelantamos que vamos a abrir un grupo de apoyo en el mes de febrero para que vengas a pasar este vaivén emocional, acompañada de otras mujeres en el mismo proceso.